Hoy hemos tenido el privilegio de participar, junto a toda la Archidiócesis, en la solemne apertura del Año Jubilar de la Esperanza, celebrado en la majestuosa Catedral Primada. Este acontecimiento, cargado de significado espiritual, marca el inicio de un tiempo de gracia y renovación para nuestra comunidad de fe.
Nuestra participación comenzó con una procesión devota desde la Iglesia de los Jesuitas hasta la Catedral, uniendo nuestras oraciones a las de miles de fieles que caminaron juntos en este acto de fe y unidad. Durante el recorrido, llevamos con orgullo el estandarte de la Esclavitud, símbolo de nuestro compromiso y testimonio como parte viva de la Iglesia.
Este momento, enmarcado por la belleza del casco histórico de Toledo, quedará grabado en nuestros corazones como un llamado a vivir con esperanza, reforzando nuestra fe y espíritu comunitario en este año jubilar.





